El bálsamo regenerativo de la piel inmediatamente después del tratamiento es un producto natural con ingredientes cuidadosamente seleccionados que ayudan en el proceso de la recuperación después del tratamiento y permiten una mejor retención de los pigmentos en la piel. Gracias a la estructura líquida, es fácil de aplicar y forma una película protectora que evita que partículas de polvo y otras sustancias dañinas penetren la piel. La fórmula no contiene agua, pero contiene lanolina, cera de abeja y aceites naturales que nutren intensamente y restauran la piel. La lanolina es una grasa natural que nutre, suaviza e hidrata la piel, ayuda a mantener la condición óptima de la piel y los niveles de hidratación. Ayuda en la descomposición del sebo, que es causada por la acción de las partículas de pigmento, y por lo tanto evita que los poros se cierren y permite una coloración uniforme. El aceite de coco contiene ácidos grasos en la cadena media de la molécula que mantiene la hidratación de la piel y evita su secado. Contiene ácido graso cáprico, caprílico y láurico, antisépticos naturales, que previenen la infección de partes tatuadas de la piel. También contiene vitamina E que suaviza la piel, evita que se agriete debido al secado y evita que los radicales libres penetren en el cuerpo, logrando así un aspecto más joven de la piel. Contiene proteínas que ayudan en la recuperación de las células dañadas y la recuperación de la piel después del tatuaje. El aceite de caléndula es rico en aceites esenciales, taninos, azúcares, licopeno, proteínas y carotenoides, lo que lo hace ideal para limpiar la piel irritada. Acelera la cicatrización de las heridas y la epitelización del tejido dañado, restaura la estructura, nutre y protege la piel. El aceite de jojoba penetra en la piel más fácilmente que otros aceites. Es abundante en vitamina E, es excelente como crema hidratante e melisa y aumenta la elasticidad de la piel. Hidrata y suaviza perfectamente la piel creando primero una capa lipídica no grasienta que evita la pérdida de agua de la piel y luego suaviza el tejido por difusión en la capa superficial de la piel (estrato córneo). Se absorbe rápidamente y la piel se vuelve aterciopelada después de la aplicación. La cera de abejas crea una capa protectora en la superficie de la piel, pero no le impide respirar. Esta capa protectora retarda la deshidratación y el envejecimiento de la piel, por lo que se vuelve suave, elástica y blanda. Mejora el proceso de regeneración de los tejidos, lo que acelera la cicatrización de las heridas de la piel. La melisa a base de aceite de coco hidrata y suaviza la piel, haciéndola aterciopelada y suave. El aceite esencial de lavanda es uno de los aceites esenciales más ligeros y efectivos. Calma la piel, acelera la epitelización y prohíbe la creación de las cicatrices.